Artículo publicado en SABER/Leer, Revista crítica de libros (Fundación Juan March) 51, enero 1992, 10-11.
Sobre las obras:
Everybody Counts. A Report to the Nation on the Future of Mathematics Education
National Research Council, National Academy Press, Washington D.C., 1989, XIV+114 páginas
Moving beyond Myths. Revitalizing Undergraduate Mathematics
National Research Council, National Academy Press, Washington D.C., 1991, X+65 páginas

Una nación en peligro
Miguel de Guzmán
En 1983, una comisión especial establecida por el Gobierno de Estados Unidos, la «National Commission on Excellence in Education», cuyos miembros habían sido escogidos entre los expertos y responsables de mayor prestigio en el país, publicó un documento de emergencia sobre la educación titulado A Nation at Risk: The Imperative for Educational Reform. En él se señalaba el fuerte deterioro sufrido en tiempos recientes por la educación en general en Estados Unidos, y muy en particular por la educación científica y matemática, en especial en lo que se refiere a la formación básica, secundaria y primeros niveles universitarios. Es cierto que el nivel de la investigación matemática, científica y tecnológica se conservaba bien alto, especialmente gracias a la intensísima inmigración de jóvenes científicos extranjeros, pero la situación de la educación inicial era en cambio bien distinta.

A Nation at Risk señalaba unas cuantas líneas urgentes de acción. Se trataba de concienciar a todos los estamentos sociales sobre las profundas consecuencias que las deficiencias educativas que se estaban instalando en la formación de las generaciones más jóvenes iban a ejercer en el futuro científico y tecnológico del país. Se pretendía al mismo tiempo proponer unas cuantas acciones de muy urgente realización. En primer lugar, un análisis profundo de las raíces de estas circunstancias, y a continuación planes concretos para poner fin a esta situación tan grave.

Reforma urgente

La comunidad científica del país pronto se puso en acción, y se puede afirmar que, si bien la situación no ha cambiado aún muy llamativamente, este sentido de urgencia con respecto a las reformas educativas necesarias va calando bien hondamente en la conciencia del colectivo científico y educativo.

Las dos obras que a continuación comentaremos, fruto del trabajo conjunto del Consejo Nacional de Investigación, un organismo creado en 1919 por la Academia Nacional de Ciencias, y de otros tres cuerpos de más reciente constitución establecidos para velar por el desarrollo de la educación e investigación en el campo particular de las matemáticas, constituyen uno de los resultados maduros de esta primera llamada de atención. Tratan en primer lugar de presentar con precisión la seriedad y urgencia de las circunstancias actuales de la educación matemática, de examinar concisamente las causas profundas de la situación y de señalar líneas de acción muy concretas para cada una de las fuerzas sociales del país.

¿Una nación en riesgo?

¿Cómo puede tomarse en serio que Estados Unidos se considere en peligro por razón de un dominio mayor o menor de sus jóvenes en el campo matemático? Alfred N. Whitehead, uno de los filósofos más profundos y clarividentes del siglo, también matemático y por un tiempo presidente de la Asociación Matemática de Inglaterra, afirmaba rotundamente en una famosa conferencia titulada «Mathematics and the Good»: «Si la civilización continúa su avance, en los próximos dos mil años la novedad predominante del pensamiento humano será el señorío de la intelección matemática». El documento Everybody Counts parece hacerse eco del pensamiento de Whitehead al señalar muy certeramente cómo la matemática, en cuanto ciencia que trata de dominar los esquemas y patrones formales por los que el universo se rige, es algo mucho más profundo que lo que muchas personas, aun de entre las más cultivadas, parecen pensar. La matemática ha sido, es y lo será en el futuro de modo mucho más evidente, uno de los ejes más profundos y poderosos de la cultura humana. «Como el lenguaje, la religión y la música, la matemática es una parte universal de la cultura humana.» En la actualidad nos encontramos en uno de los períodos de más intensa transformación de la matemática, y aquella civilización que colectivamente no sea capaz de asimilar los nuevos modos de pensamiento quedará necesariamente atrás en su percepción del mundo.

Por otra parte, la matemática es el fundamento de toda la ciencia y de la tecnología. Incluso las ciencias que en otros tiempos podían avanzar sin apoyo matemático, como la medicina, la biología, la geología..., van construyendo instrumentos matemáticos que los resultan en la actualidad imprescindibles para muchos aspectos de su investigación. Si un colectivo no es capaz de desarrollar en su seno una capacidad matemática suficientemente generalizada e intensa para al menos utilizar las poderosas herramientas conceptuales que van surgiendo en esta interacción tan fructífera entre ciencias (tanto de la naturaleza como las ciencias sociales), tecnología y matemáticas, quedará fuertemente empobrecido en un futuro relativamente próximo. Es claro actualmente, y lo será mucho más en un plazo breve, que una cultura matemática básica suficientemente amplia es un requisito fundamental para acceder al mero uso de la tecnología actual y a la más simple comprensión de los principios más básicos de la ciencia actual.

Situación grave

Con estas premisas es fácil entender perfectamente la gravedad de la situación americana y la preocupación de] Gobierno de Estados Unidos, un país donde el nivel medio de formación matemática de los estudiantes de enseñanza primaria y secundaria alcanza uno de los puestos más bajos de entre los países desarrollados, incluso también por debajo del de muchos países en desarrollo de condiciones económicas y tecnológicas muy inferiores a las de Estados Unidos.

Pero la situación no es solamente preocupante por razón de la competitividad con otros países. La formación científica y matemática corre el peligro de convertirse en una causa muy influyente de desajustes sociales dentro del país mismo. En Everybody Counts se afirma explícitamente: «Corremos el peligro de convertirnos en una nación dividida económica y racialmente por causa del conocimiento de las matemáticas Hasta tiempos muy recientes, el analfabetismo de una gran masa de la población significaba su condena a ocupar los puestos ínfimos en la escala social y económica. En muchos lugares lo sigue siendo todavía. Pero en las condiciones culturales que se van imponiendo, con el dominio creciente de matematización antes señalado que ya se va haciendo patente, la numerización comienza a ser tan importante como la alfabetización a fin de poder acceder a la inmensa mayoría de los trabajos mínimamente cualificados. La división de una población en un grupo matemáticamente culto por razón de una educación inicial satisfactoria y otro grupo matemáticamente deficiente, división que en gran parte coincide muy fundamentalmente con la ya impuesta por razones de raza y de unas deficientes condiciones iniciales de índole social, cultural y económica, constituyen un gravísimo riesgo para la democracia y la movilidad social, que hasta ahora han sido una característica tan anhelada por la sociedad norteamericana.

                                                                                                                                                                                                                Fuencisla del Amo
La gran paradoja

¿Cómo se explica el hecho sorprendente de que Estados Unidos posea a la vez los mecanismos más perfectos de progreso científico en sus universidades y centros de investigación, tanto en matemáticas como en otros campos, y uno de los sistemas educativos globalmente menos eficientes de entre los países desarrollados? Para entender esta extraña paradoja hay que decir que no se puede hablar propiamente de un sistema educativo en Estados Unidos. En el país hay cientos de sistemas educativos con autonomía suficiente para establecer sus propios programas, sus propios modos de selección de profesorado, sus propios baremos de exigencia, tanto de profesores como de alumnos. En muchos casos la preparación requerida de los profesores de matemáticas es mínima, así como es notablemente insuficiente el nivel requerido a los alumnos de la enseñanza de las etapas iniciales. Las diferencias resultantes en la formación de los alumnos de un lugar a otro puede ser abismal, y en gran parte esto depende de los medios de la propia comunidad en que se encuentren los centros respectivos. Bajo esta luz se pueden entender mejor muchas de las preocupaciones que aparecen expresadas en las obras que comentamos, y que resultan un tanto opacas si las pensamos desde un sistema educativo bastante más centralizado, como es el nuestro. Por esta misma razón es comprensible que la labor emprendida por el «National Research Council» no sea de fácil realización, ya que debido a la enorme descentralización del aparato educativo es imposible adoptar medidas impositivas en todo el país, y se debe restringir en buena parte a intentar concienciar, a través de documentos como los que presentamos, a las autoridades locales responsables de cada átomo educacional, aconsejándoles que tomen medidas concretas a modo de recomendación, al mismo tiempo que a través de acciones diversas de mentalización y difusión se busca involucrar más intensamente en el problema a las sociedades matemáticas y a los profesores de centros educativos iniciales y de las universidades a fin de que ellos sean los promotores de una reforma más eficaz.

Algunas recomendaciones

Tanto Everybody Counts como Moving beyond Myths están repletos de recomendaciones específicas, tanto más interesantes cuanto que vienen a representar el producto destilado del saber de muchos científicos y educadores muy eminentes en el campo de la educación matemática que han trabajado intensamente para llegar a un cierto consenso en la difícil tarea de encontrar una base de entendimiento común frente a los intensos cambios que la educación matemática está experimentando en épocas recientes. Algunas de entre tales recomendaciones pueden ser muy específicas de las circunstancias particulares de los Estados Unidos, pero la filosofía de la educación matemática que del análisis del conjunto de estos trabajos se desprende es bien válida para la situación de cualquier otro país. Muy en particular las líneas maestras, de las que estas notas finales constituyen una muestra, que presentan la enseñanza matemática concebida como la tarea de creación de un ambiente en que el alumno se convierta en el verdadero motor y gestor de «su propio aprendizaje», lecciones que una buena parte de los profesionales de la enseñanza de la matemática estamos bien lejos de practicar correctamente en nuestro ejercicio:

- La práctica educacional actual ofrece a los estudiantes de matemáticas tan sólo una débil luz al final de un larguísimo túnel.

- Los estudiantes retienen mejor las matemáticas que aprenden por procesos de construcción y experiencia internas.

- Las prioridades en educación matemática deben cambiar a fin de reflejar el modo como los ordenadores se utilizan en matemáticas.

- Los futuros profesores deberían aprender matemáticas de un modo que estimule la participación activa con las ideas matemáticas.

- La enseñanza de la matemática está experimentando una transformación desde un modelo basado en «transmisión de conocimiento» a una práctica centrada en el alumno cuyo rasgo fundamental es el «estímulo del aprendizaje».

- La enseñanza de la matemática está experimentando una transformación desde el énfasis sobre el cálculo con papel y lápiz a un pleno uso de la calculadora y ordenador.

- La percepción social de la matemática está transformándose desde la consideración de esta disciplina como un cuerpo fijo de reglas arbitrarias a la de una activa ciencia de patrones y estructuras.