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El modelo inflacionario requiere que
la densidad del Universo sea 8 x 10-30 g/cm3 ,sin
embargo la densidad de materia luminosa (estrellas, galaxias, gas, polvo,
radiación) en el Universo es tan sólo un 10% de este valor.
Por tanto, si tenemos razones para creer que el modelo inflacionario describe
adecuadamente la evolución del Universo, debería existir
materia no luminosa (oscura) y que además debería constituir
el 90 % de la materia del Universo. Esta materia puede estar en dos formas:
bariónica (estrellas, gas, polvo) y no-bariónica (incluye
partículas como los fotones o los neutrinos). La presencia de esta
masa se detecta fundamentalmente por sus efectos gravitacionales. La física
de la evolución estelar predice la formación de algunos objetos
difíciles de detectar como las estrellas enanas blancas y de neutrones,
los púlsares o los agujeros negros que no son luminosos y que podrían
contribuir de forma significativa a la masa, por ejemplo, de los halos
alrededor de las galaxias. En la actualidad, se está dedicando un
enorme esfuerzo para detectar en el halo de nuestra galaxia estos objetos
a los que se conoce colectivamente bajo el nombre de MACHOs
. Para detectarlos se está buscando el efecto de sus campos gravitacionales
en la deflexión de la radiación de objetos de fondo; los
MACHOS
se comportarían como microlentes gravitacionales. Sin embargo, la
masa contenida en los halos galácticos (cualquiera que sea su naturaleza)
no parece suficiente como para mantener ligadas las galaxias dentro de
los supercúmulos o para mantener confinadas las inmensas nubes de
gas caliente observadas en el espacio intergalactico (ver Figura 7).

Figura 7: La nube que aparece en color en el centro
de la figura contiene gas a millones de grados. Alrededor de la nube hay
varias galaxias pero la gravedad ejercida por estas galaxias es incapaz
de mantener el gas confinado. Se supone que la gravedad ''extra'' necesaria
es proporcionada por materia oscura

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