Las Enanas blancas

     Las estrellas con masas inferiores a unas 7 veces la masa del Sol eyectan su atmósfera en las últimas etapas de la formación estelar, dando lugar a la formación de grandes nebulosas, algunas de ellas bipolares, llamadas nebulosas planetarias (ver Figura 19). El núcleo, sin embargo, se va enfriando a medida que el combustible nuclear se acaba, y se contrae bajo la acción de la gravedad. El material estelar queda tan compactado como para que los electrones ejerzan una fuerte presión en contra del colapso denominada presión de degeneración electrónica. A las altas densidades de los núcleos de las enanas blancas no se puede aplicar la física clásica sino que hay que aplicar las leyes de la mecánica cuántica para explicar el comportamiento de la materia. Los electrones están empaquetados de forma tan compacta que deben satisfacer el Principio de Exclusión de Pauli ( "no puede haber dos electrones que tengan exactamente la misma configuración energética'') y esto genera una fuerte resistencia a la gravedad que es capaz de frenar la contracción gravitacional para objetos con masas inferiores a 1.4 veces la masa del Sol; esta masa límite se conoce como la masa de Chandrasekar. Estos objetos se denominan "enanas blancas'' y no poseen otra fuente de energía que la gravedad, de manera que se van "enfriando'' lentamente. La masa característica de una enana blanca es de un 70% de la masa del Sol, pero esta masa está encerrada dentro de una esfera de radio una centésima parte del radio solar, de manera que la densidad de una enana blanca es un millón de veces mayor que la del agua. 

     


    Figura 19: Imagen de NGC 6543, una nebulosa planetaria. El punto blanco en el centro de la nebulosa es la estrella enana blanca. Las temperaturas en la superficie de una enana blanca es de unos cientos de miles de grados.