La tecnología astronómica a finales del siglo XX
     Los grandes descubrimientos de este siglo han sido debidos, en gran medida, a la revolución tecnólogica. Esta revolución se ha producido por la fantástica coordinación entre los descubrimientos en ciencia básica (la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la matemática discreta y el desarrollo de esquemas computacionales, la matemática-física del caos) y el desarrollo de la tecnología. Este rapidísimo bucle de retro-alimentación culmina a finales de siglo con la ``Sociedad de Internet''. 

     Las ramas tecnológicas que han contribuído más significativamente a la astronomía han sido: la óptica, la electrónica, la informática y obviamente su extensión: Internet. El concepto de ``Internet'' surge del Departamento de Defensa de los Estados Unidos hace más de treinta años. Su gran popularización actual es debida al desarrollo de la Red Mundial (World Wide Web) realizado en el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear). El uso de internet ha sido fundamental en Astronomía. Desde hace más de 20 años los astrónomos utilizan el correo electrónico como medio habitual de comunicación, constituyendo una comunidad científica mundial. Los datos obtenidos por los telescopios situados en la superficie de la Tierra y en satélites artificiales se archivan en inmensas bases de datos que son accesibles a todos los astrónomos del mundo via Internet ("la red"). La mayor parte de las publicaciones científicas astronómicas son accesibles a través de la red desde hace años y en 1994 surgió la base de datos ASTROWEB, que recoge y clasifica la información astronómica disponible en la red y es mantenido por un consorcio que incluye al Centro de Datos Estelares (Estrasburgo, Francia), los Observatorios de Mount Stromlo y Siding Springs mamntenidos por la Universidad Nacional de Australia, el Radio-Observatorio Nacional de Estados Unidos, el Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble (Baltimore, Estados Unidos), la Estación de Villafranca del Castillo de la Agencia Espacial Europea (Madrid, España) y el Instituto de Astronomía de Cambridge (Cambridge, Reino Unido). 

     Los mejores ejemplos del resultado de la aplicación de la tecnología a la ciencia son los sat'lites astronómicos y los grandes telescopios. La atmósfera terrestre nos protege de la radiación energética del Sol (ultravioleta, rayos X) impidiendo el paso de estas longitudes de onda. Además la turbulencia de la atmósfera afecta a la nitided de las imágenes que se obtienen de los astros desde la superficie de la Tierra. Por estos motivos, siempre que se quiera obtener información de los objetos astronómicos a longitudes de onda muy diferentes de las visibles o imágenes de gran nitided como las del Telescopio Espacial Hubble, es fundamental salir al espacio.Desde 1970 hasta hoy las agencias espaciales de todo el mundo han lanzado 21 satélites astronómicos que obtienen información en el rango de los rayos X, 4 en el ultravioleta, 4 en el infrarrojo y 12 sondas para explorar el sistema solar (ver Tabla). Se puede encontrar información detallada de estos satélites y sus resultados científicos más notables en sus páginas Web.
     Hay entre todos ellos uno que creo que merece una mención especial: el International Ultraviolet Explorer (IUE o Explorador Internacional en el Ultravioleta). Este pequeño satélite fue lanzado en 1978 y estuvo operativo durante 18 años y medio! lo que es un verdadero record dentro de la astronomía espacial. El IUE tenía un espejo de tan sólo 40 centímetros, comparable a muchos de los telescopios que hoy en día puede comprar un aficionado, pero colocado fuera de la Tierra permitió obtener una visión sin precedentes del Universo al captar su radiación ultravioleta y permitir estudios a largo plazo de muchos fenómenos astronómicos interesantes. Las primeras indicaciones de la existencia de agujeros negros de tamaño galáctico o de la existencia de discos alrededor de estrellas jovenes se basaron en datos obtenidos con este satélite. El IUE fue un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la Agencia Espacial del Reino Unido y, tal y como le gustaba mencionar en sus conferencias a Freeman Dyson ("Big and small science"), ha sido durante muchos años el paradigma de la astronomía espacial eficiente (grandes resultados 
    científicos con un coste mínimo). En la Figura 29 se muestra cómo era el IUE y la distribución en el espacio de todos los objetos que observó durante su larga vida. 
     En este resumen hemos hablado de algunos de sus resultados más importantes. 

    Fig 29: El satélite IUE y la distribución en el espacio de todos los objetos que observó durante su larga vida.