En 1916, Albert Einstein publicó ``The foundation of the General Theory of Relativity''. En esta obra resumía los fundamentos físicos y matemáticos de la teoría general de la relatividad que es la teoría más precisa en la actualidad para explicar la interacción gravitatoria. En ella se concibe un espacio tetra-dimensional, el espacio-tiempo, cuya geometría es alterada por la presencia de masas y por tanto, también las distancias y los intervalos temporales (ver Figura 1). La teoría general de la relatividad representa un cambio significativo en la concepción de la interacción gravitacional. La gravedad no se trata ya de una fuerza que parte del Sol y mantiene a los planetas en sus órbitas tal y como proponía Keppler en 1596, sino que es una distorsión geométrica del espacio-tiempo producida por la presencia de cuerpos masivos que "canaliza" el movimiento de los astros. Por supuesto, la relatividad se utiliza en la formulación de los modelos cosmológicos, pero su aplicación y relevancia se manifiesta en aspectos tan domésticos como el cálculo de las órbitas de los satélites artificiales o la determinación precisa del tiempo.
La aplicación directa de la teoría de la relatividad llevó a predecir la existencia de algunos objetos ``exóticos'' para la física tradicional tales como las lentes gravitacionales o los agujeros negros. A finales de siglo se han detectado ejemplos espectaculares de ambos. |
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