Al confrontarse al estudiante para profesor con una situación
didáctica como en los escenarios descritos en estos materiales,
éste debe realizar lo que se denomina análisis a priori
de esta situación. Este análisis consiste en dar respuesta
a las siguientes preguntas buscando garantizar que la situación
esté bien construida y por tanto pueda funcionar:
- ¿Hasta dónde transformar el conocimiento matemático
recibido en la licenciatura?
- ¿Qué adquisiciones previas del sujeto son necesarias?
- ¿Cuál es la naturaleza del conocimiento escolar
(currículo)?
- ¿Cuáles son las interacciones entre conocimiento
matemático y técnico?
- ¿Qué procesos de instrumentación e instrumentalización
son necesarios?
- ¿Qué modelizaciones?
- ¿Qué procesos y secuencias se deben diseñar?
Para resolver estas cuestiones hay que controlar herramientas profesionales
para producir secuencias de aprendizaje con ciertas garantías
de éxito. Se trata de construir lo que se denomina génesis
artificial de un saber, que necesariamente no coincide con
la génesis histórica de un concepto. Además,
se focaliza en el conjunto de transformaciones que sufre un saber
a efectos de ser enseñado (transposición didáctica)
y la modelización de los procesos de enseñar que conlleva.
Para ello en los estudios de casos se observa y explicita el siguiente
proceso de modificación:
- Tarea representada.
- Redefinición de la tarea.
- Realización de la tarea.
El formador prescribe la tarea al estudiante para profesor. Esta
tarea prescrita es un observable directo (instrucciones, Guíaas
de trabajo, etc). El estudiante para profesor cuando recibe la misma
efectúa una redefinición (redefinición de la
tarea). Ésta puede ser identificada por la explicitación
que este haga (a priori). La tarea que deberá realizar se
inferirá a partir de la actividad y del análisis de
la ejecución (a posteriori).
En el estudio del fenómeno se contrasta al formador y al
estudiante para profesor.

Figura 1: Tarea formador y
estudiante para profesor
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